Identificacion de elementos, actores e instituciones de la vida democratica.
Sobre democracia se habla y se escribe
mucho. Y no hay régimen político,
por despótico que sea, que no intente
llamarse a sí mismo democrático
en cuanto depositario de la voluntad del
pueblo. Es que hay algo en la democracia
que la recomienda como la forma de vida
más acorde con la naturaleza libre,
igualitaria y social del hombre. Por eso
todos quieren apropiarse de su nombre.
La democracia como forma de vida
Un ideal a largo plazo
La democracia, solo accesoriamente es
una forma de gobierno. En el fondo, es
una filosofía, una religión,
una manera de vivir, un estilo de relaciones
humanas que rotula una enorme variedad
de fenómenos. La referencia a la
definición clásica de democracia,
dada por Lincoln en el cementerio de Gettysburg,
exige ser complementada. Aunque resulta
verdadero que no hay democracia sin gobierno
del pueblo y por el pueblo, queda abierta
la cuestión de saber qué
se entiende por “pueblo”,
cuál su organización para
que sea democrática y cómo
gobierna el pueblo.
En otras palabras, la idea democrática
transciende sus modos de realización.
Es una exigencia, que hasta ahora, no
ha sido satisfecha plenamente. Las realizaciones
así llamadas democráticas
que conocemos, son apenas satisfacciones
contingentes y provisionales. Con el agravante
de que la misma idea democrática
ha venido evolucionando con el decurso
imparable del tiempo, que afecta tanto
a las creencias como a las instituciones.
La democracia ha sido sucesivamente comprendida
-y aplicada- como un instrumento de la
libertad, como un instrumento de la justicia
y como un ingrediente del bienestar. Estas
interpretaciones corresponden a momentos
diversos de la evolución política
y económica de la sociedad, y no
se excluyen entre sí. Pudiéramos
más bien decir que el proceso democrático
es acumulativo y no se realiza por mutaciones
ni saltos. Burdeau afirma[3]
:
Sería, pues, inexacto decir: la
democracia fue primero libertad, después
justicia, y después bienestar.
Lo verdadero es que si, en un primer tiempo,
la democracia fue sin duda una búsqueda
de la libertad, los hombres la han entendido
a continuación como que es la libertad
más la justicia, y, finalmente,
como la libertad más la justicia
más el bienestar.
La democracia occidental europea tomó
siglos para desarrollarse como sistema
capaz de funcionar. La simple creación
de las condiciones históricas básicas
para la democracia es un proceso difícil
y a largo plazo. No basta con que un pueblo
se dé una Constitución democrática
para que dicho pueblo sea democrático.
Ni basta con calcar el modelo democrático
de otros países ni con recalcar
diplomáticamente su copia, para
que el modelo funcione, sin más,
en determinado país.
En concreto, el aprendizaje y transplante de la democracia en nuestros países latinoamericanos ha sido un proceso largo y difícil. Ninguno de nuestros Estados en Latinoamérica y el Caribe ha nacido democrático. Desde la independencia hemos estado importando modelos democráticos, y ninguno acaba de funcionar satisfactoriamente. Nuestra historia democrática ha sido un largo Via Crucis de avances y retrocesos, un recorrido con caídas y contradicciones, en el que nos vamos moviendo lentamente hacia esa meta ideal.
En concreto, el aprendizaje y transplante de la democracia en nuestros países latinoamericanos ha sido un proceso largo y difícil. Ninguno de nuestros Estados en Latinoamérica y el Caribe ha nacido democrático. Desde la independencia hemos estado importando modelos democráticos, y ninguno acaba de funcionar satisfactoriamente. Nuestra historia democrática ha sido un largo Via Crucis de avances y retrocesos, un recorrido con caídas y contradicciones, en el que nos vamos moviendo lentamente hacia esa meta ideal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario